sábado, 9 de abril de 2011

Carta de mi angel de la guarda

Cuando todo de parezca difícil. Y tus días se vuelvan grises y negros. Cuando pierdan el color. Solo recuerda una cosa. Aquí estoy yo. Ofreciendo mi mano. Como en un ademán sin destino.
No te ofrezco el sol o la luna. No te ofrezco dinero ni fama alguna. Mis brazos son cortos y no te puedo dar la luna. Pero te ofrezco mi mano. Y te ofrezco mi corazón. Eso si puedo dártelo.
Aquí parado en medio de la vida. Como en un ademán sin destino. te ofrezco mi Alma para acomañarte en el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario